Luego lo pondremos a orear al sol y al aire, extendido con las patas separadas durante un par de días.
Una vez realizado este proceso estará listo para ponerlo en la plancha, a fuego muy lento.
Esto sería el procedimiento, según mi padre, para que el pulpo esté verdaderamente blandito.
Hoy en día, este proceso casi no se utiliza, pues con tan solo tener el pulpo en el congelador durante unos meses, quedará igual de tierno y , por supuesto es mucho más cómodo.
Ingredientes
- Un buen pulpo grande y gordo
- Sal y limón
Elaboración
Nosotros en este caso lo teníamos congelado, así que solo tuvimos que descongelar la noche antes.
Al día siguiente solo tuvimos que ponerlo en la barbacoa, a fuego muy lento, hasta que el pulpo coge un color dorado.
Cortamos al bies, lo rociamos con un poco de sal y limón y listo para comer.
Realmente bueno con una cervecita.